“A los que…son llamados.” La palabra “llamados” nunca se aplica, en las epístolas del Nuevo Testamento, a aquellos que son los recipientes de una mera invitación externa del Evangelio. Este término siempre significa un llamado interno y eficaz. Fue un llamado sobre el cual no teníamos ningún control, ni en comenzarlo ni en frustrarlo. Así en Romanos 1:6, 7 y muchos otros pasajes dice: “llamados a ser de Jesucristo; a todos los que estáis en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos”. ¿Le ha alcanzado
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